En el mundo se suicidan cada día unas 2.700 personas y lo intentan otras 54.000. Al menos esas son las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a partir de las cifras oficiales recogidas en los cinco continentes y que no incluyen África ni algunos países asiáticos.
En 2009 en España se suicidaron 3.650.
El sentido de la vida se ha transformado en un sinsentido para un creciente sector de la sociedad que opta por suicidarse. En apenas cinco años, esa grave autoagresión ha pasado a ser la primera causa de muerte violenta en España, superando a los accidentes de tráfico, los actos delictivos y los de terrorismo.
En el 2009 3.650 españoles se quitaron la vida, de los que casi un 5% eran adolescentes.
España ya es, tras Finlandia y Bélgica, el tercer país de Europa occidental con más suicidios.
La causa de esta tendencia a la autolesión mortal es fundamentalmente social. La edad predominante de los suicidas se sitúa entre los 18 y los 22 años.
Las rupturas de pareja y las decepciones amorosas son algunos de los motivos que explican la tendencia al suicidio. Los jóvenes están muy solos y es también un motivo para quitarse la vida. Además, el uso de drogas, y especialmente el alcohol, influyen mucho en las conductas suicidas, tanto en los jóvenes como en los más mayores.
Hillary Clinton se ha unido a la campaña de Internet en YouTube “It gets better” (se pone mejor), dirigido a adolescentes gays que corren el riesgo de suicidio.
Los intentos suicidas, muertes que no se consuman, son más frecuentes en mujeres que en hombres, pero ellos predominan entre quienes sí que fallecen por autolesión. Los médicos aconsejan tomar siempre en serio a quien habla con frecuencia de quitarse la vida.
El 8 de abril de 1994, Kurt Cobain, el líder del grupo Nirvana, de 27 años, se suicidó en su casa de Seattle de un disparo en la cabeza.